MOVIMIENTO GLBTI “POR LA LUCHA DE LA IGUALDAD,
LIBERTAD Y EL AMOR”
Entre 1983 y 1984 aparece en Ecuador una
extraña enfermedad que toma por nombre "la enfermedad de las locas"
dando paso con ella a una época de una nueva Santa Inquisición
o a una especie de cacería de brujas,
fortificada para castigar a todo aquel que vaya en contra y atente a lo “normal” refiriéndose a ese entonces a la homosexualidad,
visto por la sociedad como una forma atroz de conducta y de amar. Toda una vida
llena de disparidad entre persecuciones, asesinatos, desaparecidos,
violencia física y verbal: "la fuerza sobre la razón"
con un único argumento de intentar “reivindicar al hombre”, “no
se quería lastimar a nadie”… sólo los querían matar.
Trece años después, una nueva batalla
se presentó el 25 de Noviembre de 1997. Ser homosexual en el Ecuador era un
delito, así lo establecía el Art. 516 numeral
1 del Código Penal, en el cual se castigaba la
homosexualidad, con cárcel de cuatro a ocho años para la pareja. Se sancionaba
a los homosexuales de la misma forma que a los criminales. Ya en 1998, el artículo 23, numeral 2 de
la Constitución garantizaba la igualdad ante la ley.
Se determinó que todas
las personas fueran consideradas iguales y gozaran de los mismos
derechos, libertades y oportunidades, sin discriminación en razón de su
nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma; religión,
filiación política, posición económica, orientación sexual; estado de salud,
discapacidad, o diferencia de cualquier otra índole.
Quince años
han pasado de la derogatoria de dicha ley y en el gobierno actual del
presidente Rafael
Correa, se introdujo en la nueva Constitución con la
finalidad de superar la discriminación y favorecer
los derechos humanos, en su artículo 68, la disposición que las uniones
de hecho entre dos personas, sin especificar su género, tienen los mismos
derechos y obligaciones que el matrimonio, lo que equivale a otorgar derechos y
obligaciones a las parejas homosexuales, que convivan en unión monogámica por
más de dos años, aunque no se les permita la adopción.

Sin embargo, la represión por parte de
ciertos grupos aún está latente como son la
política y la religión que deben y tienen que ser separadas… Grupos conservadores de derecha, principalmente la Iglesia Católica y
Evangélica, condenaron en su momento la decisión
sobre la ejecución del artículo 68 por parte de parejas del mismo sexo. Hoy en
día la Iglesia Católica se ha mantenido al margen, obligada por la demanda de
la sociedad que cada día se suma a esta causa en contra a la homofobia, en
distintos países como Pakistán, India,
E.E.U.U, Brasil, Argentina, y aún hoy, la
Iglesia Evangélica sigue condenando dicho artículo, esperando una
reivindicación por parte de la sociedad y de la Constitución. En
un caso que se vivió previo a la campaña de elecciones presidenciales del 2013,
Nelson Zavala, un
pastor evangélico y candidato presidencial por (PRE), fue multado por proferir comentarios
homofóbicos al alegar “que los homosexuales representan una inmoralidad y antinatural”, y durante la campaña
llamando a las personas GLBTI "pecadoras e inmorales", que sufrían de
una "severa desviación de la conducta".
A
pesar que aun la sociedad está sumergida en la
intolerancia, la cual no se encuentra con el suficiente valor como para aceptar
otras esencias ajenas a la heterosexual. El día sábado 28 de junio del 2014,
pudimos ver que Quito se vestía de arcoíris, un arcoíris que
representa la diversidad e igualdad, las calles cubierta entre encajes,
vestidos extravagantes, plumajes, pinturas, lentejuelas; entre carros
alegóricos, mostrando
distintos escenarios de arte y las chivas arrasando con
cuanta música que a muchos puso a bailar, fueron parte
del escenario de la marcha GLBTI.
Actualmente, cada
año se celebra, de forma pública, para luchar por la tolerancia, respeto y
otras reivindicaciones como el matrimonio homosexual y la igualdad, de los gay,
lesbianas, bisexuales, transexuales e intersex. En especial en
aquellos países en donde ser homosexual es pagado con la muerte, y los derechos
de la comunidad GLBTI son una pura ilusión que no parece pasar de un sueño y
solo quedan escritos en un papel. Javier Paspuel coordinador comunitario de la
Fundación "Equidad “de la ciudad de Quito, da un llamado a
las personas que los conozcan mejor para así poder romper el tabú que aún está
latente en la actualidad, así juntos poder construir una sociedad que camine
hacia la tolerancia, el respeto de unos a los otros y que no por simple hecho
de ser homosexual sea convertido en algo
malo o raro, sino que es otra forma de amar o de querer.
¡Comienza la
marcha! Entre tacones, banderas coloridas, pancartas que aclaman con energía
"¡Toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y al amor!" y
una gran muchedumbre que caminan junto con el grupo GLBTI y dicen si a la
diversidad y no a la homofobia. Entre palmadas, gritos, canciones y
tambores. Desde las calles una voz amplificada por la megafonía sale entre la
multitud son las de Efrain Soria, Angel Escobar
entre otros de sus colaboradores, con sus micrófonos lanzan su voz al aire
manifestándose por aquellos que no están allí, por las personas que lucharon en
el pasado y por los que hoy en día aun no pueden salir a la sociedad por los
prejuicios que aún permanecen enraizados.
Barias pancarta lidera la comitiva
GLBTI la cual su objetivo es llamar la atención de la ciudadanía y la del
Estado, implemente políticas de inclusión ah espacios públicos de esa manera
comience a desmantelarse todos aquellos perjuicios que continúan existiendo
para sí lograr poco a poco que desaparezca el odio, la discriminación en
función de la orientación sexual el trato como a un delincuente por el simple
hecho de amar a alguien del mismo sexo o por sentir que naces en el cuerpo
equivocado.
Un nuevo cambio se está viviendo en la
actualidad, derechos que se están democratizando, la aceptación por parte de la
sociedad, hoy en día es posible ver a dos personas
del mismo sexo besarse o tomarse de las manos en las calles, la aparición del
género trans y la inscripción del matrimonio de ambos sexos por el Registro
Civil. Tomo su tiempo es verdad, pero esto se debe a toda una lucha, que entre
el rechazo, golpes, gritos e insultos. Los grupos GLBTI han conseguido cambiar
ese aspecto negativo y dar a conocer que todos son humanos, dignos y han
logrado el respeto dentro de la diversidad, manteniéndose de pie ante toda
circunstancia.
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